José Ángel Guedea Adiego
8º Dan de Judo
Durante la celebración de los Juegos 2020, la tarde del martes que me siento a hablar con mi alumno David Crespo, cuando con cuatro pesos disputados de chicos van cuatro oros de Japón, me pregunta que, qué hacen los japoneses para conseguir eso. Y seguía diciendo que, en un primer tiempo se podía entender. El Judo había nacido en Japón. Tenía sus bases, sus tradiciones, su mentalidad… y no era tan conocido. Pero ahora todo el mundo hace o puede hacer bien Judo. Los equipos nacionales de muchos países van a entrenarse a Japón, todos sabemos como se entrenan en Japón, entonces, ¿qué pasa? ¿Qué tienen los japoneses para conseguir lo que están consiguiendo?
Y estas cuestiones que se hace David, no se las hace solo él, nos las hacemos muchos judokas. Y no nos las hacemos solo ahora, nos las hacemos desde hace mucho tiempo.
Y recordé un artículo que leí en la revista francesa “Judo”, hace tiempo.
Hace unos años a raíz de la celebración en 2011 del Campeonato del Mundo de Judo en París, venía este artículo compuesto de opiniones de distintos entrenadores y competidores de reconocido prestigio, y que trataban de argumentar lo que ahora se cuestiona David.
El artículo se titulaba así: ¿Por qué los japoneses son los más fuertes?
Y las distintas contestaciones, en boca de entrenadores y competidores de reputación contrastada, eran:
“Por la calidad de los profesores y su ejemplo. Por la cultura de aprendizaje”. (Yamaguchi)
“Es una sociedad que valora el esfuerzo y el sufrimiento a diferencia que en Europa que cada vez se quiere sufrir menos”. (A. Matías)
“Los japoneses buscan siempre marcar ippon. Consideran que los modelos tácticos no son buenos para el Judo”. (Leo Held)
“Cultivan el secreto para ser fuertes mentalmente”. (Z. Zviadauri)
“La determinación por ganar, la convicción”. (Inoue- Izumi)
“Su gusto por el ippon”. (Arencibia)
“Los competidores quieren parecerse a los campeones del pasado. La presión es muy fuerte, a causa de la exigencia general y de la oposición, es un handicap, pero también un modo de selección”. (Nagai)
“Los japoneses no son todos fuertes. De hecho, aquellos que ganan, son porque han comprendido como ganar. Esos son los campeones y esto es verdad para los extranjeros y para los japoneses”. (Nagai)
“El sistema de universidades facilita enormemente hacer Judo y esto es una ventaja increíble. Los japoneses unen a la cantidad la calidad”.
“Su forma de comprender el Judo les empuja a basar un Judo en el dominio de la técnica, la elegancia que a la larga es el más eficaz”. (Udo Quellmaz)
“Para compensar su físico los japoneses deben de trabajar técnicamente más y adaptar las técnicas a su morfología”. (Koga)
“Los japoneses comienzan mucho antes la práctica del randori que los occidentales. Es a través del randori que ellos aprenden las técnicas”. (Geesink)
“Los japoneses han preservado la guardia fundamental con dos manos que demuestra su eficacia sobre el plan ofensivo y defensivo”. (Hamada)
“Bases técnicas, simples pero no saben improvisar”. (Huizinga)
“Han progresado mucho en cuanto a condición física”. (Lemaire).
“Ejecutan las técnicas más rápidamente, van siempre por delante”. (Elmont)
“Saben hacer reaccionar.” (Fujii)
“Son precisos en el uchi komi y abiertos en el randori”. (Brunet)
“Han hecho una profunda reflexión sobre los principios de la eficacia”. Roux
“Tienen los medios”. (Beitia)
“El respeto por el sistema tradicional japonés. La rotación frecuente de entrenadores y la transmisión del patrimonio”. (Hosokawa)
Analizando estas respuestas que seguro son un extracto de lo que cada uno dijo y que todos tienen su parte de razón, agrupando las ideas, según esta encuesta se deduce que podemos basar el éxito de de los japoneses en tres parámetros fundamentales:
1.-. Tienen una mentalidad
2.- Tienen un sistema.
3.- Tienen y ponen medios.
1.- Su mentalidad:
Es una sociedad que valora el esfuerzo, el sacrificio y el sufrimiento.
Determinación por ganar y por superar las adversidades.
No hay más que ver como reaccionó la sociedad nipona ante el terremoto, el correspondiente tsunami y el problema con la estación nuclear de Fukushima.
Búsqueda por marcar ippon, por buscar la perfección. En un combate de Judo, aun perdiendo, el japonés tiene un peligro especial hasta el final.
Los competidores quieren parecerse a los campeones del pasado.
Los campeones son campeones porque han comprendido lo que tienen que hacer para ganar. Han aprendido a ganar.
2.- Tienen un sistema:
El sistema de las universidades facilita la práctica de Judo. De la cantidad sale la calidad.
La cultura del aprendizaje.
La calidad de sus profesores y su ejemplo.
La forma de comprender el Judo basado en el dominio de la técnica.
La rotación de entrenadores con la consecuente transmisión del patrimonio.
3.- Ponen los medios:
Han progresado mucho en cuanto a condición física.
Son precisos en el uchi komi.
Realizan bases técnicas simples.
Trabajan un kumi kata con dos manos, lo que les hace ser tan eficaces en el plano ofensivo como en el defensivo.
Comienzan desde muy pronto la práctica del randori.
Realizan grandes tiempos de randori en los entrenamientos. Las sesiones de entrenamiento en las Universidades, comprende lo que ellos llaman ju renshiu (nuestro randori), y hacen un mínimo de doce (una hora) muchas veces quince y hasta veinte cambios de cinco minutos.
La pregunta que se contestaba en la revista era ¿Por qué los japoneses son los más fuertes?
Aunque en algunos casos quizá no son los más fuertes. La final de 81 kgs entre el japonés Nagase y el judoka mongol Mollaei, aparentemente y desde fuera se veía al judoka mongol, más fuerte, más hecho y con un serio peligro en “el cuerpo a cuerpo”, que no hacía más que buscar, y que oportunamente el japonés, no “entró al trapo”, y cuando consiguió su agarre hizo su entrada donde marcó ippon.
La que David ahora plantea es: ¿Por qué los japoneses siguen siendo los mejores?
Y la respuesta puede ser similar:
Siguen con su mentalidad
Siguen teniendo un sistema
Y siguen poniendo medios
Y en esta ocasión que preparaban unos Juegos, seguro que han puesto más medios que nunca.
¿Te gusta más el Golden score o las banderitas? Me pregunta mi alumno Daniel García, viendo un día el bloque de medallas, en que muchos combates terminaban sin marcar y requerían su continuación.
No es lo que me gusta más o menos, contesté. Me parece más justa la prórroga.
Y no voy a tratar de analizar las distintas actuaciones, porque reconozco que estoy un tanto desfasado y fuera de punto. Hace años, conocía a muchos competidores y a sus entrenadores. De los pesos que me preocupaban sabía qué y cómo hacían.
Ahora, desconozco quién sale por cada país. A los entrenadores, algunos de toda la vida, y otros antiguos campeones, por la tele, entre que llevan la mascarilla y que la mayoría se han quedado calvos, me parecen todos iguales.
Lo que me ha gustado en estos Juegos, ha sido “la puesta en escena” de uno de los principios del Judo: “amistad y prosperidad mutua”, por lo menos lo que apreciábamos en la tele. Al final de la mayoría de los combates, cómo los dos judokas, duros rivales mientras duraba la pelea, el que ganaba seguro que feliz, y el que perdía evidentemente afligido, se abrazaban, se consolaban mutuamente, reconociendo, sintiendo y seguro pensando en todo el tiempo dedicado por los dos, al entrenamiento realizado, a todo el esfuerzo requerido y a todas las ilusiones manejadas durante todo este ciclo olímpico, de un año más largo y con pandemia incluida que han vivido.
Y desde aquí felicitar a nuestros judokas españoles que habéis participado, reconocer vuestro trabajo, el de vuestros entrenadores y vuestros compañeros de club, (los otros campeones), porque os habéis ganado de sobra y honradamente vuestro derecho a participar clasificándoos y obteniendo resultados muy importantes, en campeonatos de Europa, del Mundo y torneos Internacionales.
Nadie os ha regalado nada. Luego, cómo vosotros bien sabéis, cada competición es distinta, cada combate es cada combate, en los Juegos estabais los mejores y pasar una ronda resulta muy difícil. ¡Qué os vamos a contar!