“Tanto esfuerzo y tanto entrenamiento para nada”, me dice David Crespo con los ojos llenos de lágrimas, cuando acaba de perder con Gar Uriarte, a la postre campeón, el primer combate en el pasado campeonato de España senior. Y en ese momento no me salía qué decirle. Tenía yo quizá una sensación interna de culpabilidad por no haber sabido hacerlo mejor.

En mis años de colegio tuve un profesor que decía: “los padres suelen pensar que cuando el niño aprueba es porque es muy listo y si suspende es porque el profesor es malo”.

Dedicando el mismo tiempo, incluso más, compartiendo la misma ilusión, la percepción de la derrota es distinta para el competidor que para el entrenador.

Muchas veces el competidor solo piensa en lo que le afecta a él. El tiempo que ha empleado, el esfuerzo que ha  requerido… El entrenador también, pero da por bien empleado todo el tiempo dedicado y todo lo que ha hecho por su alumno aunque no haya ganado. Se encuentra mal porque el competidor está mal y piensa que le ha fallado. Muchas veces se pregunta qué ha faltado por hacer, qué se ha podido hacer más o qué se podía haber hecho mejor.

En la fase final de un campeonato de España están los mejores: “los elegidos”. Todos han pasado por una selección en la Autonomía y por la criba del sector. En una fase final “no hay malos”, los puede haber más o menos veteranos, con más o menos madurez y experiencia y que como se decía en la mili “la veteranía es un grado”.

En este campeonato se han visto combates durante las eliminatorias que bien podían haber sido combates de medalla, pero en Judo solo gana uno y el otro queda postergado. 

¿Estás entero? Fue la pregunta que hice a David respondiendo a su “queja”, tratando de hacerle ver la importancia de estar bien para seguir en la competición y para poder seguir con su vida cuando saliésemos de allí.

Porque el judoka además de entrenarse está en periodo de formación y no ha dejado de hacer nada… El judoka tiene una vida además del entrenamiento: familia, estudios, trabajo, amigos de siempre, relaciones personales…

En el Judo ha encontrado su deporte, ha hecho nuevos amigos, y el practicar Judo le implica una forma de vida que le ayuda a ser responsable en otras facetas de su vida.

Recuerdo hace mucho tiempo cuando un alumno me decía: “he pensado que quiero que me hagas un plan de entrenamiento porque este año solo voy a hacer Judo”.

Si solo quieres hacer Judo en tu vida no cuentes conmigo, respondí. Busca otro sitio porque aquí solo Judo, no vas a hacer.

El otro día viendo jugar la semifinal de la Copa de Europa, el locutor comentó que le habían ofrecido a cada jugador del Real Madrid una prima de 800.000 euros por meterse en la final. Cantidad a mi modo de ver indecente y desproporcionada en los tiempos que corren.

Pero “fútbol es fútbol” como dijo el entrenador serbio Vujadin Boskov (q.e.p.d.).

En Judo no existen primas de este calibre, (ni de ningún otro), lo que sería una buena razón para dedicar una vida entera al entrenamiento.

Recuerdo a Vladimir Barta, actual director deportivo de la Federación Internacional de Judo, en un curso en Zaragoza hablando de su compañero Sosna, competidor checo de menos de 95 kgs  cuando en la década de los 80 los dos competían, contaba que le  decía: “a mi si me pagan, gano”.

Y se ha celebrado el campeonato de España senior. Para los medallistas y sus entrenadores empieza otra carrera. Se les complica la vida y empiezan a encarar más problemas. Aunque si soy sincero, no me importaría ser yo el que los tuviera.

Y para los competidores que no han llegado a subir al podio y sus entrenadores, toca evaluar la actuación, la temporada, la situación actual y vuelta a empezar a la espera de la siguiente oportunidad.

Porque como judokas seguimos con nuestra vida y con nuestro Judo. Con el Judo que nos hace vivir y soñar, porque perseguir un sueño y mantener una ilusión nos ayuda a emprender cada jornada.