José Ángel Guedea Adiego

8º Dan de Judo – Árbitro Nacional – Maestro Entrenador Nacional

No voy a contar esta vez como se gestaron las Jornadas.

José Luís Bautista, mi peluquero, alumno y amigo primer dan me reñiría. José Luís sabe de mis pelos y andanzas desde hace más de 40 años.

Cuando en 1977 empezamos con el club de Judo Las Fuentes, Valentín su padre tenía la peluquería cerca, y él con sus niños José Luís y María Pilar comenzaron a hacer Judo con nosotros.

Mi amigo y socio Jesús Sánchez y yo, confiamos nuestro corte de pelo a Valentín, y cuarenta años más tarde José Luís que en su momento cogió el relevo, nos corta el pelo.

José Luís sigue los artículos que Alfonso Escobar cuelga en RFJYDA y me comenta cuando considera que me repito, o le parece que algo no encaja con su forma de ver las cosas.

Y sin mentar esta vez los principios de las Jornadas, lo que si es evidente que Raúl Merino y Fernando Méndez pueden “chulear a tope” como diría el maestro Chung, el haber llegado a celebrar esta edición número 20 de las Jornadas.

En esta ocasión los Profesores han sido italianos: los Maddaloni.

Guiseppe (Pino), Campeón Olímpico en Sidney 2000, y su hacedor, su padre Gianni Maddaloni.

Lo más chocante al verlos aparecer el primer día, los dos “vestidos de azul”, fue el cinto multicolor del padre. Un cinto que él llamó “el cinto de la paz”, por llevar todos los colores de la bandera de la paz, hecho a base de retazos cosidos de todos los cintos por los que ha pasado y que él define como “toda una línea de vida”.

Gianni es 7º dan y lleva a cabo en el barrio de Scampia en la periferia de Nápoles, un proyecto de Judo con el que pretende conseguir mediante la practica de Judo inculcar valores y apartar de la delincuencia y de la mafia a los jóvenes de los barrios marginales, implicando a autoridades y entidades para conseguir alimentos y ayudas institucionales.

Las primeras sesiones corrieron a cargo de Pino Maddaloni, el Campeón Olímpico. Dedicó su tiempo al trabajo de o uchi gari, ko uchi gari y seoi nage, incidiendo en la posición de las piernas, forma del cuerpo, acción de las manos… y todo ello aplicado en distintos desplazamientos.

Acciones básicas que podemos conocer todos, pero que cuando el que las explica es un Campeón Olímpico tiene mayor credibilidad.

Cuando un Campeón Olímpico explica para que todos podamos trabajar y progresar, e incide en los puntos fundamentales que habitualmente conocemos y explicamos los Profesores, consigue que los alumnos puedan progresar y refuerza el Judo de los Profesores.

Gianni Maddaloni asumió la segunda parte de las Jornadas. Su trabajo dedicado más a la táctica del combate, explicó mediante distintos agarres la aplicación de técnicas en desplazamiento trabajándolo a modo de circuitos.

Consiguió con estos circuitos en un ambiente de trabajo ordenado y de respeto, un trabajo intenso y duro que pone en evidencia y demuestra los resultados obtenidos por sus alumnos y su sistema.

Comentó y alimentó la actitud ante el entrenamiento, la competición y la vida. Habló de los valores de Judo, del respeto como base general, a uno mismo, al contrario, a los padres, al maestro, a todos… toda una filosofía de Judo aplicada a la vida.

El otro artífice de las Jornadas ha sido el Profesor y maestro de Judo Alfonso López Díaz de Durana. Alfonso nos planteó el primer día en las sesiones teóricas a los profesores la cuestión:

¿Y después del Judo qué?

Donde nos hizo reflexionar si en nuestra labor como docentes, somos suficientemente responsables para transmitir el Judo como un bien físico para la vida.

En otra sesión planteó un debate relacionado con las bajadas bruscas e importantes de peso, haciéndonos debatir y consiguiendo sensibilizar a todos los Profesores en este tema siempre presente en la vida del competidor.

Como siempre las Jornadas han contado con la colaboración del Dr Ramos, “Toni” que cuando lo vemos aparecer por la sala cada día, a los que lo conocemos y sabemos de su competencia y buen hacer, nos tranquiliza y nos da seguridad saber que lo tenemos allí, confiando no tener que necesitarlo más que como amigo.

Resaltar también la figura de Saturnino Hoyos Perote, “Satur”, un amigo más de toda la vida de Raúl, Fernando y Toni, que hace de Jesús Asensio, para que las Jornadas queden inmortalizadas.

Y de Marco Zennini, porque ¡Marco!, un italiano amigo del grupo, es lo que hemos oído gritar a Maddaloni padre, cuando necesitaba al traductor y Marco traducía, o interpretaba a veces las indicaciones del Maestro consiguiendo que le entendiéramos.

Y terminaría haciendo un histórico de las Jornadas pero que no voy a hacer para que José Luís, mi peluquero no pueda decir que me repito.

Los que tengan interés pueden encontrar el histórico, si acuden al artículo de la RFEJYDA: “Torrelavega unas Jornadas con solera”.

Y desear a Raúl y a Fernando que si tienen ganas, sigan adelante y nos sigan sorprendiendo iniciando una década más porque como dice Maddaloni padre refiriéndose a los Profesores de Judo: 

“No hablemos de Judo, somos Judo…”