Que siendo niños el Judo nos ayuda a crecer.
Que permite al niño canalizar su energía y transformarla en fuerza física y mental.
Que el Judo aviva la autoestima, la modestia y la sinceridad.
Que el Judo enseña el respeto, el control de uno mismo y que enseña a aprender.
Que el Judo ayuda a encontrar amigos, ayuda a conocer el esfuerzo, ayuda a mantener un comportamiento adecuado y a valorar los progresos.
Que el Judo educa la actitud, la responsabilidad, la integración, la cortesía y la paciencia.
Que el Judo promueve el espíritu de lucha, fomenta el respeto a las normas, crea hábitos, educa actitudes, descubre y aprovecha las aptitudes del judoka.
Que el Judo contribuye a un buen desarrollo físico e intelectual del niño desde que empieza a practicar.
Que el Judo ayuda a conocer nuestro cuerpo y sus posibilidades.
Que el Judo descubre la noción del respeto a uno mismo, al Profesor, al contrario, al lugar de trabajo y al árbitro.
Que el Judo nos enseña a ganar, a perder y a asimilar cualquier situación.
Que el Judo nos hace entender y apreciar valores como la educación, la autoestima, la sinceridad, el respeto, el control de uno mismo y la amistad.
Que el Judo nos ayuda a aprender a comportarnos, aceptando los límites de lo permitido y de lo que no lo está.
Que el Judo nos enseña a valorar los progresos, entendiendo y aceptando los grados por el color del cinturón.
Que el Judo nos descubre una actitud que nos lleva a responsabilizarnos de ciertas tareas como respetar horarios, tener mayor autonomía, ser más discretos…
Que el Judo nos proporciona la posibilidad de integrarnos en la vida como judokas, viajar y asistir a competiciones, participar en cursos, colaborar en la organización de eventos, competiciones…
Y todo esto cuando somos niños, que nos facilita crecer en el clima de confianza que genera el Judo.
Además de todo esto, durante la niñez y en la etapa siguiente:
El Judo crea hábitos
El Judo educa las actitudes
El Judo comprende varias clases de principios: Físicos, técnicos, estratégicos y éticos.
El Judo estudia la técnica.
El Judo descubre y aprovecha las aptitudes del judoka: motoras, mentales, físicas, técnicas, psicológicas y de relación.
Y durante toda la vida:
El Judo desarrolla actitudes como: Respeto, orden, obediencia, autonomía, higiene, participación, desinhibición, integración, corrección en el lenguaje, amor propio, responsabilidad, docilidad, atención, colaboración, sobreponerse ante el fracaso, sentido critico, aprender a ganar, afán de superación, prudencia, laboriosidad, voluntad, autoestima, dialogo, humildad, disciplina, flexibilidad, serenidad, optimismo, dominio de sí mismo.
Y el Judo incide en los siguientes valores éticos: Amistad, alegría, diligencia, respeto a las normas, amabilidad, simpatía, gratitud, convivencia, generosidad, sinceridad, amor, objetividad, puntualidad, saber perder, paciencia, bondad, perseverancia, entereza, sobriedad, lealtad, tolerancia, perdón, justicia, solidaridad, ecología, libertad, paz
Todo esto lo consigue el Judo, que además es un deporte…