Y llega el maestro Koga y en la primera sesión dedica un tiempo importante a realizar ejercicios con los dedos de los pies y a “jugar” con el kendama.

Demuestra distintas posibilidades de trabajo con el kendama y tiene un tiempo de la sesión a los doscientos cincuenta participantes de las Jornadas, tratando de hacer equilibrios con la bolita en el martillo adoptando diferentes posiciones. 

Dedicación de un tiempo que los que hemos venido a ver al maestro Koga “en acción” nos parece a todas luces innecesario.

Y después de la tercera sesión cuando ya muchos consiguen colocar la bola en el sitio que quieren y algunos con cierta soltura realizan distintas combinaciones, nos da la justificación del juego.

Explica la dificultad que todos sentimos al principio ante la imposibilidad de realizar el juego con éxito. Nos hace ver como poco a poco hemos ido consiguiendo realizar el ejercicio con cierta soltura. 

Cómo, algo que al principio nos parecía imposible llegamos a conseguirlo, y que esto es lo que nos pasa a veces cuando vemos ejecutar una técnica o aprendemos un movimiento de Judo, pensamos que para nosotros es imposible y sin embargo como ha pasado con el kendama, si que podemos llegar a realizarlo. 

“Si otra persona es capaz, yo también puedo…” dice, y habla de la constancia y la dedicación que hay que tener.

Recuerdo cuando he estado en Japón, que en las universidades, el tatami lo limpian (lo barren), cada mañana los kohais con la clásica escoba de cáñamo. Se ponen en fila en diagonal y hacen una batida, cada uno barriendo para el que está detrás, llegando el último a acumular la “suciedad” que finalmente retira.

Unos tatamis inmensos que en cualquier universidad y en Japón con la tecnología que existe, se podía aspirar fácilmente montado en una maquina, lo realizan pasando de uno a otro lo que barren en el tatami de manera artesanal… y después de escuchar la explicación del maestro Koga de porqué practicar con kendama, quiero entender porqué lo hacen así. 

Y después de este preámbulo vamos a hablar de las Jornadas…

Por la mañana los dos primeros días en las sesiones teóricas para profesores, el aragonés Antonio Clager, inquieto, trabajador incansable, profesor de Judo en Binefar, nos regaló con unas charlas sobre la aplicación de la fuerza en el Judo, y expuso lo que puede ser una programación de una temporada para un judoka.

Clager expuso “como la ciencia dice que hay que hacer las cosas”, refiriéndose siempre al más alto nivel y nos transmitió experiencias personales de trabajo con sus alumnos con los que lleva tiempo obteniendo resultados importantes.

Las dos últimas sesiones teóricas sobre “ergonometría y trabajo compensatorio en Judo” estuvieron a cargo del doctor Mario Fernández, que nos sembró inquietudes a todos en cuanto a la postura que adoptamos y a la forma en que nuestros alumnos realizan los movimientos. 

Reconozco que me hizo notar la responsabilidad que tenemos en el momento de corregir posturas que entendemos muchas veces mejor a la hora de hacer Judo pero no en el momento de realizar los ejercicios de musculación y de preparación física.

Las sesiones de Judo las comenzó Paco Lorenzo.

En su primera sesión desarrolló un trabajo con uke en cuadrupedia llegando a resolver  para pasar a inmovilizar, extrangular o luxar. 

Por la tarde realizó un trabajo de Judo pie agarrando directamente de la solapa y demostrando distintas opciones de ataque. 

En sus siguientes sesiones explicó su sistema de competición en pie y suelo, terminando con la forma que le caracterizaba cuando competía, de llegar a luxar estando en pie, desde un kumi kata normal sorprendiendo a sus rivales.

Paco Lorenzo es en la actualidad 8º dan. Fue ininterrumpidamente campeón de España senior desde 1984 hasta 1992. Resultó medalla de bronce en el campeonato de Europa en 1992 y diploma olímpico, 5º clasificado en los Juegos Olímpicos en Barcelona.

El trabajo del maestro Koga hay que decir que fue de menos a más…

Comenzó su primera sesión recordándonos y haciéndonos repetir la máxima de Judo “Jita Kyoiei” (amistad y ayuda mutua). Luego dedicó un tiempo importante al trabajo específico de los dedos de los pies, y un tiempo significativo a practicar con el kendama de manera que apenas le quedó tiempo para explicar Judo y a mi los contenidos me parecieron escasos.

En las siguientes sesiones comenzó a explayarse y a ser el Koga que muchos esperábamos. Seoi, sode, o uchi, o uchi ken ken, ko uchi, o soto, uchi mata, uchi mata gaeshi…, ahí se salió. 

Tengo que decir que personalmente me sorprendió la metodología que empleaba. Los japoneses no suelen explicar así, por lo que da lugar a pensar que ha aprendido, o que se está preparando por si tiene posibilidad de impartir cursos a occidentales.

En la última sesión explicó y demostró la realización de sankaku con un lujo de detalles propios para exponer en un doctorado.

Hasta aquí he tratado de mostrar un poco los contenidos técnicos de las Jornadas a cargo de los profesores.

Las Jornadas las organizan Raúl Merino y Fernando Méndez, las imparten los Profesores, pero las hacemos posibles y las hemos hecho posibles los que hemos participado en ellas. 

Y las Jornadas una vez más han salido adelante, y han salido adelante aunque antes de comenzar Raúl tuviera una cierta incertidumbre por la celebración de otros cursos y concentraciones que no habían tenido en cuenta la coincidencia con las Jornadas y la imposibilidad que se habían creado de poder asistir para ver a los maestros Koga y Lorenzo.

La entrega y trabajo de los cursillistas es lo que le hizo decir a Koga cuando se despedía, que de alguna manera ahora nos sentía como alumnos suyos y que nos deseaba lo mejor. Me comentaba Raúl que luego cenando comentaba Koga que al decir esto había sentido una emoción interior.

Aparte de lo de tu rodilla ¿lo estás pasando bien? Pregunté a mi alumno Jorge Monge cuando el jueves por la noche volvíamos del hospital, después de hacerle una radiografía y sujetarla para llegar en condiciones a Zaragoza y poder ir al médico. “Como un enano,” me respondió.

“Qué ambiente tan bueno de entrenamiento” dijo Sergio Domenech cuando en una sesión llegaba empezado el tiempo de randori, porque había tenido problemas con el transporte. 

“Además de aprender Judo y ver como hacen los campeones convivimos y conocemos mejor a nuestros amigos” comentaba David Crespo en el coche volviendo a Zaragoza.

Y hasta el mismo Juan Carlos Barcos, presidente de la RFEJYDA, cuando llegó y pasó a la sala no pudo menos que apreciar y comentar el ambiente de Judo que allí se masticaba.

Y en el acto de clausura de las Jornadas el alcalde de Torrelavega reconocía que el Judo con las Jornadas, había puesto a Torrelavega en el mapa internacional.

Y es que en estas dieciséis ediciones de celebración de las Jornadas ha pasado un cartel importante de maestros nacionales e internacionales: Leberre, Guedea, Lee, Gracia, Héctor Rodríguez, Uzawa, De Frutos, Miriam Blasco, Taira, Sotillo, Fuji, Geesing, Macario García, Jatskevich, José Manuel García, Capelletti, Mariani, Jeon Ki Young, Vicente Carratala, Mike Swain, Isabel Fernandez, Okada, Lee Von Hee, Claveras, Jimmy Pedro, Valverde, Cho Min Ho, Fernando Blas,  Koga y Paco Lorenzo.

 

Y esperemos que Raúl y Fernando se pongan ya manos a la obra para organizar las siguientes.