José Ángel Guedea Adiego
8º Dan de Judo

Después de año y medio con el club cerrado a causa de esta pandemia, me encuentro con las primeras sesiones, donde intento que mis alumnos traten de recordar los movimientos por programas, busquen sensaciones, hagan ejercicio, practiquen los movimientos, en definitiva, que retomen el Judo.

Estos pasados días, hablando con mi alumno David Crespo me decía que tenía ganas de hacer randori, y yo le comentaba que sería una imprudencia, después de tanto tiempo sin practicar, en las primeras sesiones “abrir la caja del randori”.

Que lo propio sería repasar y hacer los movimientos en estático y en desplazamiento, sin un mayor objetivo que recordar y volver a recuperar sensaciones.

Durante los últimos años y estos últimos tiempos, he ideado un sistema de enseñanza, tratando de agrupar los movimientos, por programas, por conceptos, para poder realizar un trabajo encadenado, coherente y que sirva, y David me decía que en algunos momentos podía resultar monótono, y en estas primeras sesiones me viene a la cabeza la indicación de David y recuerdo que, en 2008, unos de los primeros artículos que escribí para Arajudo, el nº 11 trataba este tema.

“Si siempre hacemos lo mismo…”

Al segundo mes de comenzar el curso en una clase de un colegio con 24 niños, entre 6 y 11 años, de los que la mitad son nuevos, cuando repasando movimientos un antiguo amarillo naranja, viene y me dice: “Profesor si cada año hacemos siempre lo mismo porque hay nuevos, no vamos a aprender nada…”

Ante esa pregunta se me ocurrió la siguiente reflexión y pregunté:

¿Quién de vosotros juega al fútbol?, levantaron la mano, varios. No, pero ¿quién juega de verdad, de forma seria? ¿Quién se entrena con cierta periodicidad? Levantaron la mano menos e interrogué a uno de los más serios. ¿Cada año se apuntan niños nuevos a fútbol? Si claro, muchos.
¿Y en qué consiste un entrenamiento de fútbol? ¿Que hacéis para empezar? Corremos alrededor del campo. Y ¿corréis todos o solo los nuevos? Todos. ¿Y después? Hacemos pases con el balón. ¿Todos o solo los veteranos? Todos. ¿Y después? Hacemos tiros a puerta. ¿Todos o solo los nuevos? Todos.

Evidentemente los veteranos os cansáis menos, hacéis mejor los pases de balón, tiráis más fuerte a puerta, pero todos tenéis que hacer todo, muchas veces para conseguir dominar el balón y dominar el juego.

En Judo esta claro que un o soto gari de un veterano es mucho mejor y más efectivo que el de un nuevo, pero también tiene que practicarlo para llegar a sentirlo.
Más adelante cuando trabajemos el programa de examen, los nuevos aprenderán y trabajarán los movimientos para pasar a blanco amarillo y los veteranos a su cinto. Terminará el curso y cada uno habrá obtenido el grado correspondiente.

En las competiciones hay unos movimientos que se usan más que otros. Hay campeones del mundo y olímpicos que han ganado con o soto gari y con o goshi, “que son movimientos que se aprenden para cinturón amarillo”, pero que si salen… sirven para siempre.

A nadar se aprende nadando, y Judo se aprende practicando, aunque sea muchas veces los mismos movimientos. Cada movimiento tiene infinidad de detalles y de posibilidades de aplicarlo, por eso el Judo es tan difícil, tan largo, tan apasionante y tan bonito.

Un movimiento se puede trabajar mucho tiempo y no llegar a dominarlo en todas las situaciones posibles.

Hasta aquí lo que decía el artículo.

Las formas fundamentales de entrenamiento en Judo son: Tandoku renshu, (entrenamiento en solitario), sotai renshu, estudio con un compañero), uchi komi, (repeticiones rítmicas) y randori, (trabajo libre).

Los movimientos son los movimientos, y la progresión en Judo se consigue practicándolos en diferentes oportunidades e insistiendo en los detalles.

Repetir los movimientos, muchas veces al principio puede parecer tedioso, pero es la forma de llegar a “sentir los movimientos”, y conseguir que nos salgan.

Tirar a puerta en futbol, tratar de encestar en baloncesto, sacar y devolver bolas en tenis, hacer largos en la piscina…, cada deporte, cada disciplina, tiene su forma de aprendizaje, su sistema. Y lo que tienen todos en común es repetir, repetir y repetir.

Y Judo, que no es una excepción, y son muchos movimientos, repetir, repetir y repetir lleva tiempo.

Y es por lo que tengo que indicarles a mis alumnos, en estas primeras sesiones, que no tengan prisa, que no hay que hacerlo todo hoy.