Jigoro Kano (1860 -1938), es también conocido como el padre del olimpismo japonés, y esto se debe a la estrecha vinculación del fundador del judo con el movimiento Olímpico, pues fue el primer miembro asiático del Comité Olímpico Internacional (1909) y al mismo tiempo y fundador del Comité Olímpico Japonés del cual fue su primer presidente entre los años 1911 y 1921.

Los JJ.OO. que comienzan ahora en Tokio serán los segundos Juegos Olímpicos de Verano que se van a realizar en ciudad nipona, ya que los primeros se realizaron en el año 1964, representando su realización un verdadero hito para el país ya que tuvo un importante significado simbólico con el retorno de Japón al centro de atención mundial, tras el notable proceso de recuperación tras la Segunda Guerra Mundial.

Para los judokas, Tokio 1964, tiene un significado especial ya que estos Juegos mascaron el comienzo del Judo masculino como disciplina olímpica con cuatro categorías de peso: – 69 kg, – 80 kg, +80 kg y Open. mientras el Judo Femenino haría su debut años más tarde en Barcelona 1992.

Jigoro Kano que había creado el Kodokan en 1882 y era también el rector de la Escuela Normal de Tokio (actualmente Universidad Tsukuba), llega al COI tras ser contactado a comienzos del año 1909 por el entonces Embajador de Francia en Japón, Auguste Gerard, amigo personal de Pierre de Coubertin, padre del movimiento olímpico moderno y presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), quien le había encomendado la búsqueda de una persona apropiada para integrar el COI en representación de Japón.

Jigoro acepta el ofrecimiento y es oficialmente designado como miembro del COI en la Asamblea realizada en Berlín en mayo de 1909. Desde ese momento Kano se pone al frente del movimiento olímpico de Japón e inicia los preparativos para poder enviar una delegación a los V Juegos Olímpicos que se celebrarían en Estocolmo en el año 1912. Es el año anterior, cuando funda la Asociación Japonesa de Deporte (JSPO: Japan Sport Association) y crea en ella el Comité Olímpico Japonés (JOC), ejerciendo la presidencia de ambas organizaciones hasta el año 1921.

Jigoro Kano participó en casi todos los eventos organizados por el COI y presidió la delegación japonesa en muchos de los siguientes JJ.OO., fue durante la Asamblea del COI realizada en julio de 1936 en Berlín (previa a los JJOO), donde Tokio resultó elegido como sede para las XII Olimpiadas a realizarse en 1940. La votación fue intensa y Tokio se impuso finalmente sobre Helsinki por 37 a 26 votos, a pesar de que había varios miembros que se oponían por la gran distancia que separaba Tokio de Europa y de Estados Unidos y el consiguiente coste económico, además por aquella época viajar a Japón suponía más de 20 días de viaje en barco e incluso hubo delegaciones que tuvieron que usar el Ferrocarril Transiberiano.

El sueño del maestro se hacía realidad con la elección de su país, su idea era llevar los Juegos Olímpicos a Tokio para con ello transformar el “espíritu olímpico” en una cultura mundial y como educador y judoka, incorporar el espíritu del Budo en el espíritu olímpico.

Kano fallecía el 4 de Mayo de 1938, afectado por una neumonía, dos meses después del fallecimiento del maestro, el Gobierno de Japón renunciaba a la Sede de Tokio por el agravamiento de la Segunda Guerra Chino – Japonesa.
Sería en 1954 cuando Tokio decide presentarse de nuevo como sede olímpica para los JJOO de 1960, perdiendo ante Roma y finalmente en la Asamblea del COI realizada el 26 de Mayo de 1959 en Múnich, es cuando Tokio se impuso ante Detroit, Viena y Bruselas para ser sede de los JJ.OO. de 1964.

El 10 de octubre de 1964, con la Ceremonia de Apertura en el Estadio Nacional de Kasumigaoka, empezaron los Juegos de la XVIII Olimpiada. 5133 atletas de 93 países y regiones mostraron sus excepcionales capacidades en 163 pruebas de 20 deportes de competición. Eran los primeros Juegos Olímpicos que se celebraban en Asia y fueron un éxito clamoroso. Coincidiendo con este acontecimiento trascendental, Tokio dejó atrás las infraestructuras de la posguerra y experimentó un desarrollo impresionante no solo en el desarrollo urbano y el crecimiento económico, sino en lo social porque el deporte comenzó a formar parte de la vida de los japoneses.

En mayo de 2019, la JSPO y el JOC, organismos independientes desde 1989, inauguraron, su nueva sede común el “Japan Sport Olympic Square” y frente al edificio, dos estatuas la del maestro Jigoro Kano y la de Pierre de Coubertin.

Cabe destacar que estos JJOO que comienzan ahora , tienen como presidente del comité olímpico anfitrión a uno de los más laureados judokas mundiales, Yasuhiro YAMASHITA (8º Dan), y que además la sede donde se desarrollará la competición de judo es el Budokan, la misma sede en donde el Judo tuvo su aparición por primera vez en unos JJ.OO. en 1964.

Seguro que estos Juegos que llegan finalmente un año más tarde, hacen que muchos rememoren el espíritu con el que Kano llevó la filosofía del Judo al Olimpismo y al deporte en general, porque “El Deporte tiene el poder de cambiar el mundo y nuestro futuro” y porque como dice el eslogan de Tokio 2020 estamos “Unidos por la emoción”, esa que siempre tuvo presente el maestro.