¿Cómo conoces el Judo?
Fui a ver un encuentro de atletismo en el Vallehermoso e hizo una exhibición de judo Dori Gordon, la cual me encantó. Yo iba con el chico con el que estaba saliendo, Vicente Cepeda, que era cinturón verde y después de la exhibición, él me animó a hacer judo. Me apunté en el único club de Madrid que daban clases a chicas, Hermandades del Trabajo.
¿En dónde empiezas tu camino?
Como he comentado antes, empecé a dar judo en el Hermandades, en la calle Raimundo Lulio, con el maestro Félix Granados. Éramos un grupo de chicas, sin mezclarnos con los chicos. Como anecdota comentar que como no tenía judogi alquilaba uno. No tuve uno propio, hasta que heredé uno de Vicente ya usado.
¿Había más compañeras en el tatami?
Sí un grupo, yo era de las más pequeñas.
¿Practicabas antes otros deportes?
Atletismo.
¿Entrenabas en el mismo tatami que los hombres?
Mismo tatami sí, pero no juntos, entrenábamos a distintas horas.
¿Quién fue tu primer maestro?
Félix Granados fue mi primer maestro, era una persona muy amable, teníamos muy buena relación, y siempre enseñó lo mismo a hombres y mujeres, sin ninguna distinción.
¿Qué te decían tus amigos o la familia sobre el hecho de que practicaras Judo?
Que estaba loca, que no entendían ese deporte, e incluso mi madre llegó a decirme que el primer día que llegara a casa lesionada se acababa el judo (mi madre era masajista y me trató todas mis lesiones).
¿Qué diferencias veías cuando ibas a competir en relación con los hombres?
Que cuando había competiciones femeninas no iba nadie a vernos y cuando eran masculinas iba todo el mundo, incluso los mismos competidores, y algunos maestros, decían que el judo femenino no servía para nada, que era judo »light».
¿Es cierto que en lugar de medallas o copas os daban otro tipo de cosas?
He de decirte que en mi experiencia solo sucedió una vez, en un campeonato de Madrid un 6 de enero, en vez de trofeo nos dieron una muñeca, pero esto es un dato anecdótico, siempre nos han dado o medallas o copas.
¿Cómo fue ser la primera campeona de España de Judo?
Fue bonito pero difícil, porque en el primer Campeonato de España había que hacer combates y katas, y tenían que sumarse las dos cosas.
¿Cómo fuiste evolucionando en la competición?
Según fue pasando el tiempo fui entrenando con chicos y sin ningún problema. Más adelante me empezó a entrenar Vicente Cepeda y me enseñó a ser la competidora que he sido. Además, las cinco medallas que tengo de Europa, y el séptimo puesto del mundial, las conseguí después de ser madre.
El judo ha sido mi mejor elección de mi forma de vivir.