José Ángel Guedea Adiego
8º Dan de Judo

Después de la final del campeonato de España júnior, me dice David Crespo que cuando habla con Jaime Montaner, que ha perdido de un barrido en el primer combate, le pregunta qué cómo piensa que tiene que entrenarse para ganar.

David le dice que tiene que entender que viniendo de dónde venimos, con todo este tema de la pandemia, año y medio con el club cerrado, y una vez empezado a entrenar, sin mucha normalidad en los entrenamientos, no podemos pedir gran cosa.

Y esta pregunta de Jaime a David me hace pensar. Yo, pienso que sé que es lo que hay que hacer y como hay que entrenarse. Y lo digo porque conozco como se entrenan y todo lo que hacen los que habitualmente ganan.

Hay que hacerlo y ellos lo hacen. En su momento nosotros lo hicimos. Hicimos todo lo que hay que hacer, entrenamos en condiciones y llegamos a tener ciertos resultados.

Ahora han cambiado las tornas. Ha pasado el tiempo. Hemos pasado toda una pandemia. Yo tampoco soy el mismo. Lo que dependa de mi ya no va a ser igual. Estoy mayor y no tengo las mismas ganas.

En 2000 tuve un accidente importante, volviendo de un entrenamiento en Manresa en el club de Maurici Casasayas con unos alumnos, que marcó un antes y un después en mi vida. Afortunadamente me recuperé para hacer vida normal. Pero para hacer vida normal.

Me resulta duro reconocer esto, pero es así. No estoy en condiciones de retomar ese ritmo. Se lo que hay que hacer, pero no tengo ganas de momento, ni creo que llegaré a tenerlas ya. Y a la pregunta de Jaime ¿qué hay que hacer?
Le remito a las premisas de la fórmula del éxito deportivo:

Preparación técnico-táctica, + preparación física, + entrenamiento invisible.

Preparación técnico- táctica. Básicamente el entrenamiento de Judo
Y dentro de esta formula hay que: Entrenar más y entrenar mejor.

Entrenar más, que supone hacer Judo todos los días, incluso doblar sesiones.
Una sesión por la mañana para de manera específica, hacer uchi komi, técnica y nage komi. Establecer cantidad, contenidos y tiempo.

Entrenar mejor. Los uchi komi, con una buena forma, bien hechos, fuertes y las cantidades en las series teniendo en cuenta, aparte de la técnica, como queramos trabajar la condición física.

En el trabajo técnico de la mañana abordar el
Sistema de competición. Movimiento especial y movimientos complementarios.
Tener claro cómo afrontar cuando el rival es diestro o zurdo
Tener claro como resolver distintas situaciones ante diferentes ataques
Tener claro cómo actuar dependiendo del desarrollo del combate, si va igualado, ganando o perdiendo, o si es al principio, mediado o al final.

La sesión de tarde, dedicarla a trabajar objetivos de procedimiento teniendo como base el randori. Hace años el maestro Taira recomendaba, mínimo una hora de randori al día, Y en ocasiones lo hicimos.

Y hay que tratar de juntar y llegar a tener un grupo importante de judokas mentalizados y fuertes para poder entrenarse y realizar ese tiempo y ese randori en condiciones, de verdad. “Se compite como se entrena”.

Y además, hay que tratar de entrenarse con los más fuertes y con los mejores. Para ello viajar a distintos clubes, autonomías, incluso países. Como norma periódicamente, desplazarse a otros clubes, de otras autonomías para entrenarse con ellos. Tener contactos para poder hacerlo.

Y competir lo más posible para evaluar cada actuación y corregir errores. “A competir se aprende compitiendo”. Incluso preparar y realizar competiciones de control, antes de cada campeonato o competición importante, para prevenir fallos o errores.

Preparación física: Según las necesidades y condiciones de partida, trabajar la resistencia, la fuerza, la velocidad, la coordinación y la elasticidad.

Para el trabajo de resistencia, correr todos los días. Dependiendo del momento de la temporada ajustaremos los tiempos, la intensidad, las series…

Para el trabajo de fuerza, ajustar un plan de trabajo de musculación, si no todos los días, tres o cuatro veces por semana y cumplirlo. También dependiendo del momento y de las carencias, y atendiendo a las necesidades y en base a unos objetivos incidiremos en unos u otros grupos musculares, cargas, repeticiones…
También en un momento determinado si es necesario realizar un trabajo específico para la velocidad.

Entrenamiento invisible
Descanso, alimentación, problemática en el momento de mantener y dar el peso, vida higiénica, vida sana

Psicológico, tener claro como llegar en condiciones óptimas a la competición, ritmo de vida en días anteriores, como realizar el calentamiento, como controlar pensamientos internos

Y tener en cuenta que como nos decía siempre Vladimir Barta en los cursos con relación al entrenamiento: “Que lo verdaderamente importante es hacerlo”

Cuidado de la salud. Si decidimos hacer y hacemos todo esto y no nos cuidamos, no tiene ningún sentido hacerlo. El descanso y la alimentación adecuada, teniendo en cuenta el peso en que estamos o queremos estar, evitar las bebidas alcohólicas, llevar una vida ordenada acorde con nuestros objetivos y evitar riesgos innecesarios.

Y tener en cuenta que todo esto, implica, dedicar un tiempo, realizar viajes, muchos gastos y trabajando al límite, posibles lesiones.

Y sin tener garantías, ni seguridad ni la certeza de que se vaya a ganar

Por lo que a veces nos preguntamos

¿Merece la pena? ¿Estamos dispuestos a semejante inversión?
En otros deportes en que pueda haber remuneraciones económicas importantes no lo dudaríamos, pero en nuestro caso… nos lo debemos plantear.

Epílogo:

Tenemos que hacerlo, es el título de una reflexión que ha surgido a raíz de un comentario que hizo mi alumno Jaime Montaner a David Crespo y que David en una conversación me transmitió.

No he pretendido sentar cátedra de nada. Simplemente dar ideas Como todo lo que escribo, lo baso en la reflexión y la experiencia que me dan más de 50 años al pie del cañón y exponiendo situaciones y momentos que he aprendido de otros y con otros, y que he vivido con mi gente de manera personal.

Lo que si tengo claro es, que como en todo, los seres humanos, los Profesores de Judo y los entrenadores, tenemos una edad y un tiempo para cada cosa.

Un tiempo para formarnos y aprender. Un tiempo para aplicar lo que hemos aprendido y sabemos, un tiempo para vivirlo y seguir aprendiendo de esas vivencias, y un tiempo para entender y ver como nuestro momento que se va pasando, ha pasado, e intentar aceptar nuestra nueva situación y el tiempo que nos seguimos manteniendo en la estacada, disfrutarlo hasta donde podamos, y vivirlo con dignidad.

Aunque si queremos que mientras tengamos alumnos, estos, lleguen a tener resultados, tenemos que hacerlo.