Yolanda Soler Grajera
7º Dan de Judo

Esto no va de frases bonitas, inspiradoras, esto no va de “si quiero puedo” de que todo lo que te propongas lo vas a conseguir.
Decidir dedicarte a la competición es otra cosa.

A veces quiero y no puedo, puede que luche con todas mis fuerzas y no lo consiga, pero… ¿eso significa que no deba intentarlo?

A muchos de vosotros se que os da miedo el no lograrlo, el no conseguir los objetivos, el fracaso. Es normal, cuanto más se entrega, más de arriesga, más ilusión se pone, más vértigo da. Es como estar al borde de un precipicio.

Una cosa está clara, si quieres conseguir un objetivo y te entregas al 50 o al 60% tienes muy pocas posibilidades de conseguirlo. Pero si te entregas al cien por cien no tienes una probabilidad de cien de conseguirlo. Como ya sabemos siempre hay factores que no dependen de nosotros, cosas que están fuera de nuestro control y pueden afectar al resultado. Esto hace grande al deporte de élite. Esto hace que sólo unos pocos estén muertos de miedo y se suban al caballo.

Borja Larragan, jugador de Baloncesto, asegura: “volvería a ser deportista profesional pese a que los resultados no fueron los que esperaba”.
Una vez más el camino. Eso es lo realmente importante. Ahí está el valor.

Si quieres iniciar ese camino, si eres de los que te has subido al caballo hazlo por tu propia felicidad, por ti mismo, por tu alegría.
Pon el foco en lo que depende de ti, sobre aquello que puedas tener algún tipo de influencia o control y sal del circulo de preocupación donde están todas las circunstancias que no dependen de nosotros, lo que se escapa a nuestro control.
Acepta que el ganar y el perder serán compañeros de viaje, ponte como reto llegar a tu máximo nivel y sólo al final del trayecto cuéntame cual ha sido el resultado.