Yolanda Soler Grajera
7º Dan de Judo

Todas las personas atesoramos un enorme potencial para aprender, mejorar y decidir sobre nuestro propio destino en el trabajo, en la empresa, en el deporte o en las relaciones.

El futuro no está escrito y somos dueños de él. No podemos elegir los hechos que nos acontezcan, pero si la actitud de cómo enfrentarnos a ellos, de cómo vivirlos.

Toma el mando:

  • Céntrate en tu contacto interno percibiendo las auténticas necesidades.
  • Hazte responsable, cada uno de nosotros construimos nuestra realidad con nuestras posibilidades y límites, y con el poder elegir cambiarla o no.
  • Toma consciencia de tu propio poder. Creencia en uno mismo y autoconocimiento,
  • Respeta y escucha los mensajes internos: emociones, corporales, intelectuales e intuitivos para la toma de decisiones,
  • Recorre caminos nuevos con determinación y confianza.

Asume tú responsabilidad.
Proactividad.

Ser una persona proactiva es tomar la responsabilidad de la propia vida y ejercitar la habilidad de seleccionar la respuesta ante cualquier estimulo.

El principio de proactividad supone que entre la circunstancia y mi reacción hay una toma de conciencia, que me permite decidir cuál va a ser mi reacción, que haré ante esta situación, si permitiré que me afecte o no.

Pon el foco en lo que depende de ti.

Circulo de influencia denota todo aquello sobre lo que podemos tener algún tipo de influencia o control, aquellas acciones que son posible realizar porque dependen de nosotros.
En el círculo de preocupación están todas las circunstancias que no dependen de nosotros. Lo que se escapa de nuestro control.

Cuando centramos la atención en el círculo de las cosas que no dependen de nosotros el único sentimiento posible es la preocupación. Pero si ponemos la atención en aquello que sí podemos hacer, entonces damos el salto al círculo de influencia donde actuamos.

Vive con optimismo.

Si la vida manda los mismos contratiempos tanto a los pesimistas como a los optimistas, pero los segundos lo afrontan mejor. ¡Seamos optimistas!

Las percepciones y los pensamientos nos influyen en el modo que afrontamos el estrés y la adversidad.

 Uno de los mayores retos que tenemos es la gestión efectiva del estrés, y para ello podemos utilizar estrategias que tienen que ver con la proactividad y con el sistema de creencias.

Resiliencia: (autogestión personal). Es la capacidad de una persona para hacer frente a sus propios problemas, superar los obstáculos y no ceder a la presión, independientemente de la situación.

Optimismo: Ser optimista significa ver la realidad tal y como es, poniendo el foco en lo que funciona, en lo que puedes cambiar.

Y por último…  Atrévete.

“Lo que puedas hacer o sueñes que puedas hacer, comiénzalo. La osadía está llena de genialidad, poder y magia” (Goethe).