José Antonio Sánchez Gandoy
8º Dan de judo

Hace ya más de un mes que he cerrado el gimnasio que dirijo por este maldito Covid19. Como otros muchos negocios a nuestro segmento le afecta muy directamente y somos muchos los profesores que estamos preocupados por la situación inmediata a medio e incluso a largo plazo para nuestro deporte y también para nuestros clubes. Estamos viviendo un problema cuyas dimensiones aún no pueden calibrarse y todo es demasiado incierto. Tenemos un confinamiento masivo y una situación social que no parece real.

Desde hace más de cuarenta años soy entrenador y hoy ciñéndome solo al Judo hay algunas sensaciones que busco y son nuevas.

Cada día justo a la hora de la clase me imagino junto al profesor que la dirige y visualizo a los alumnos desde infantiles a senior con sus trabajos y  ejercicios en el tatami. Juego a pensar que la clase comienza y parece por un momento que estamos en el dojo. Apenas dura nada hasta darme cuenta de la situación. Y al momento ya ni siquiera importan los objetivos deportivos próximos. Todo se ha esfumado y me siento extraño al ver que en poco tiempo acepté que ganar solo tiene un significado: Volver a reunirnos todos cuanto antes, volver a bromear, volver a exigirnos. Cuando todo pase trabajaremos para alcanzar el mejor nivel. Y lo conseguiremos.

En marzo me preocupaba que alguien pasase de peso o que la condición física de otro debiera mejorarse. Los Juegos Escolares y su campeonato nacional, el de kata…objetivos inmediatos. Hoy nada de eso importa, lo que ahora quiero recordar es la cara de los niños, de sus sonrisas y de su enorme atención cuando el maestro explica algún pequeño detalle. Me acuerdo de mis alumnos y me pregunto qué harán día tras día desde los más pequeños hasta los que sobrepasan mi edad. Uf … me encantaría verles ahora. Nunca me había pasado. Sé que pronto estaremos juntos con el judogi puesto.

Solo hace unos minutos uno de mis competidores colgó un mensaje que nos llega de Madrid, nuestros amigos y rivales de kata nos desean lo mejor y nos informan que en sus filas ha habido algún susto. Nosotros también lo hemos tenido en nuestro equipo y tras el tratamiento todo ha salido bien. En nuestro club algunos intentan jugarse una plaza en los campeonatos de Europa y para eso había competiciones que tendríamos que estar disputando, ilusiones por llegar y esfuerzos de gran exigencia para subir un peldaño más. Pero no ahora. Quizás solo sean unas semanas para volver a entrenar duramente.

La Federación Internacional de Judo ha suspendido o aplazado todas las competiciones incluidos los Juegos Olímpicos. Hoy la mentalidad de los deportistas está en cumplir las normas y aguantar como verdaderos samurais para ganar esta batalla del mundo contra la pandemia. Todos somos del mismo equipo y aunque dolorosamente (porque entre nosotros los judokas ya falta alguno), vamos a vencer.

El objetivo de futuro es otro. Cuando todo comience lo que nos dará la mayor alegría no es una medalla sino encontrarnos con la gente con la que nos hemos batido y que ya forma parte de nuestras vidas. La próxima no será para nosotros solo una confrontación deportiva, sino un intercambio de amistad en estado puro una secuencia que el deporte moderno nunca ha vivido. Será precioso y emocionante poder abrazarse y luego pelear el oro. Maestros, competidores, árbitros, federativos, voluntarios, etc. ¡Tengo una gana loca de que llegue ese día para volver a veros !.

Tiempo habrá para intentar subir a un podio y ponerles las cosas imposibles a cualquiera de nuestros rivales. Sabed que entrenaremos como leones para tener opción a medalla. Pero ya digo, esta próxima vez la alegría primera será verse con la sonrisa en la cara y, después competir por un metal.

Y claro que volveremos a las clases. Nos encontraremos en nuestro pequeño club para entrenar aún con más ganas. Pero mientras eso llega ¡Cuidaros mucho!