Actualmente se dedica a su escuela de Judo en Castrillón y de vez en cuando nos comunicamos por teléfono para contarnos experiencias.

También mi alumno Saúl Nafría comentaba a menudo lo bueno que sería que Raúl pensase la posibilidad de traer a Koga.

Ninguno se imagina la complejidad que suponen las gestiones de este tipo de contactos.

Yo lo se por mi amistad con Raúl Merino, que me hace partícipe de los quebraderos de cabeza que surgen, me mantiene informado de sus gestiones y porque lo viví en primera persona cuando trajimos al maestro japonés Shozo Fuji.  

La problemática principal que se produce para traer un campeón japonés de la categoría de Fuji o de Koga estriba en la confianza que sepamos transmitirles de que todo se va a desarrollar como planteamos.

Los japoneses viven en su isla, en su archipiélago y allí se sienten seguros. En una sociedad jerarquizada donde, aunque a nosotros cuando vemos documentales no nos lo parezca y se asemeje a un caos, todo el mundo cumple su rol y todo el mundo sabe qué y como tiene que hacer las cosas, y en ese contexto se sienten tranquilos. Cuando salen a hacer turismo, salen en grupo y con todo muy organizado y programado. 

A un campeón de este nivel le propones venir a Europa a impartir un curso, y si no lo tiene muy claro, inicialmente quizá por cortesía no diga que no, pero tiene sus dudas y hasta que toma la decisión pone sus inconvenientes.

Koga se dio a conocer en el campeonato del mundo de Belgrado en 1989 en -71 kilos. Venció en la final al americano Mike Swain campeón del mundial en Essen en 1987.

Marcó un estilo, pues con el mismo agarre, sin cambiar las manos entraba por los dos lados. Hacía morote por la derecha y cambiaba a sode por la izquierda, por lo que sorprendía a sus rivales que no se enteraban por donde tenían “que verlas venir”.

Igual que el Judo del ukraniano Zantaraia, que trajo a España primero Carmen Solana y el pasado verano los hermanos Salas en el Congreso de Girona se caracteriza por el trabajo en realizar esquivas para evitar las caídas y ahora muchos jóvenes lo imitan y entrenan piruetas y recursos para caer de pie, hacer Judo “a lo Koga”, suponía el hacer por los dos lados sin cambiar el agarre.

Venció a nuestro Joaquín Ruiz (Quino), en la final del campeonato del mundo de 1991 en Barcelona.

A Quino que en aquel tiempo “había que echarle de comer aparte”, se había proclamado campeón de Europa en Pamplona en 1988. Quino había pasado las eliminatorias de este mundial de manera espectacular. “Enchufado” había proyectado con barridos a todo lo que se movía delante de él. No hay más que recordar el barrido que aplicó al campeón francés Patrick Rosso, que no entendía donde porqué y como había patinado.

El recuerdo que a mi me quedó de la final es de que Koga jugaba con Quino. Ahora he buscado y he vuelto a ver el combate. Y tengo que poner al día mi recuerdo y rectificar. Viendo el combate en youtube tengo que reconocer que Quino le plantó cara e incluso consiguió aplicar y colocarse en seoi un par de veces. Pero Koga era mucho Koga. En un momento determinado Quino cae por acción de un sode “a lo Koga” (nunca mejor dicho), que se valora como yuko.

Quino resultó subcampeón del mundo. El mejor resultado hasta entonces obtenido por un judoka español. Aunque quizá quedó algo enmascarado porque Miriam Blasco en ese campeonato y bajo la dirección de Sergio Cardell resultó campeona que fue cuando Sergio le dijo: “Hoy eres campeona de mundo, pero mañana Indurain se va a proclamar campeón del Tour y solo se va a hablar de eso, de esto no se va a enterar nadie. Lo importante es hacer esto mismo el año que viene en los Juegos…” 

El otro protagonista profesor de las Jornadas va a ser el madrileño Paco Lorenzo. Paco Lorenzo se hartó de resultar campeón de España senior sus años de competición. Resultó campeón de España ininterrumpidamente desde 1984 hasta 1992.

Aparentemente no parecía especialmente fuerte, pero en el momento de resolver combates se mostraba inteligente, frío, calculador y oportunista. Se adaptaba al Judo de su rival y sabía sacar partido de su forma de hacer. 

Creo que fue en Barcelona en el campeonato del mundo en el combate con el coreano. Paco se había planteado que si las cosas no iban como él quería, le dejaría hacer y trataría de pillarlo. El coreano hacía seoi por la derecha e iba ganando de wazari. Paco con mucha sangre fría le provocó para que entrara otra vez. El coreano entró al trapo y se la comió. En suelo Paco  se mostraba efectivo y era muy hábil aplicando llaves al brazo y llevando al suelo desde la posición en pie. 

Raúl Merino y Fernando Méndez a través de las Jornadas de Torrelavega nos han dado y nos están dando la oportunidad de conocer de cerca a muchos judokas, algunos míticos, campeones y entrenadores de Judo que nunca hubiéramos podido conocer.

En quince ediciones por las jornadas han pasado Leberre, Guedea, Lee, Gracia, Héctor Rodríguez, Uzawa, De Frutos, Miriam Blasco,Taira, Sotillo, Fuji, Geesing, Macario García, Jatskevich, José Manuel García, Capelletti, Mariani, Jeon Ki Young, Vicente Carratala, Mike Swain, Isabel Fernandez, Okada, Lee Von Hee, Claveras, Jimmy Pedro, Valverde, Cho Min Ho, Fernando Blas.  

Las Jornadas se desarrollaran en esta ocasión la tercera semana de julio, del 13 al 17.

Falta medio año y tenemos tiempo para organizarnos el verano y tener esa semana para disfrutar de las Jornadas, de Koga y de Paco

Ahora será Koga…