Tras un frenético y exitoso primer semestre del año, en el que nuestros judokas han cosechado más medallas (20) en el circuito IJF que en los dos primeros años del ciclo olímpico en el que estamos, los deportistas españoles llegaban al mundial de Tokio con las expectativas muy altas. 

El equipo nacional, compuesto para la ocasión exclusivamente, por los judokas que hoy por hoy están dentro de las plazas de clasificación para los Juegos Olímpicos de 2020 aspiraba a repetir el título mundial, e incluso mejorarlo, pero en esta ocasión, no hubo opción. El mundial comenzó con sorteos complicados que emparejaron en las rondas iniciales a deportistas como Gaitero con el japonés Abe, que defendía el título de campeón del mundo, o de Garrigós con el vigente campeón de Europa y el cual se alzaría, a la postre, con la medalla de oro en este mundial o el que midió a Cristina Cabaña con la campeona olímpica Trestenjak. Además de otros combates llevados al extremo con judokas muy complicados como fue el caso de Sherazadishvili con el francés Clerget, el de Ana Pérez con la veterana portuguesa Ramos o el de Figueroa con la durísima Kosovar Krasniki.

Destacar la gran actuación de la joven Laura Martínez, que terminó en 5ª posición, batiendo a rivales muy complicadas, y que puso las cosas muy difíciles en semifinales, a la vigente campeona, la ucraniana Darya Bilodit.

Así, nuestros judokas vuelven de Tokio con el sabor agridulce de una magnifica temporada a la que no han podido poner la guinda subiendo al pódium mundial, pero con algunos puntos extras que sumar a la clasificación. Además, Niko Sherazadishvili en este momento y tras la actualización del ranking es el judoka masculino con mayor puntuación del mismo con 7.381 puntos.

El regreso del combinado español a los tatamis del IJF World Tour será a principio de octubre, con el Grand Prix de Brasilia, donde nuestros deportistas tratarán de recuperar la senda de las medallas y dejar cerrada la clasificación para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 lo antes posible